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Abril se despedirá acogiendo el estreno de ¿Y ahora qué?, último trabajo de la compañía sevillana bricAbrac Teatro. Un colectivo que lleva más de diez años recorriendo España con sus proyectos teatrales y que, además de su línea educativa de teatro en francés para adolescentes, también trabaja con montajes para público adulto. Su directora, Elena Bolaños, nos cuenta un poco sobre lo que nos encontraremos en La Fundición del 25 al 28 de mayo.
P – ¿Crees que es importante crear o formar a un nuevo público?
Elena – Nosotros comenzamos con la compañía en 2005 y nuestros primeros espectáculos eran espectáculos destinados para adultos y siempre trabajando desde la comedia, eso sí, una comedia como herramienta, no como una finalidad. Por eso nuestros espectáculos siempre van cargados de mensaje y de profundidad. Nuestra forma es la comedia y el fondo es el mensaje. A partir del 2009, construimos la línea educativa de teatro en francés, desde entonces venimos haciendo una labor bastante interesante en la construcción de nuevo público, sobre todo enfocado a adolescentes. Es un público bastante complejo, pero no complicado en exceso, es cuestión de entenderlos como público. Porque si es verdad que se hace mucho teatro infantil, enfocado a niños de primaria, pero no tanto para alumnos de secundaria y, por lo tanto, es un público que no se crea. Nosotros tenemos la suerte de que desde 2009 venimos realizando anualmente una gira a nivel nacional, pero claro nuestro hándicap es que trabajamos obras de teatro en francés, donde todo el texto es en esa lengua. Y para nosotros sí, es muy importante la construcción de un público y educarlo desde la infancia y también, no solo construirlo desde la infancia, que hay mucha oferta, sino también conservarlos durante la adolescencia. Nuestras propuestas para adolescentes son muy dinámicas y visualmente muy atractivas para su edad. Evidentemente esto se plantea desde una perspectiva diferente desde la producción.
P- ¿Hacia dónde va el teatro que se muestra en la ciudad?
Elena – Bueno yo es que he pasado bastantes temporadas en Madrid y, evidentemente Madrid es Madrid. Es la capital y hay muchísima oferta a nivel teatral. Pero luego también he estado viviendo por las giras entre Sevilla y Málaga. Ésta es otra ciudad donde allí, por ejemplo, hay menos oferta teatral. En ese sentido tenemos la suerte quizás de que aquí en Sevilla hay muchísima oferta porque cada sala tiene su programación y eso también hace que se cree un tejido teatral bastante amplio en el sentido de que hay compañías que llevan muchísimo tiempo, compañías que llevamos menos tiempo, compañías que están surgiendo ahora y que, a pesar de las dificultades, logran hacerse con un hueco. No es fácil, evidentemente nunca lo fue pero, por suerte, aquí en Sevilla tenemos bastantes espacios de exhibición donde, hasta compañías más pequeñas o con menos visibilidad puede hacer funciones. En ese sentido creo que Sevilla es una buena ciudad para hacer teatro.
P- ¿El público ve lo que quiere, o va a ver lo que le dicen que quiere ver?
Elena – Es un poco lo que te decía antes, creo que el espectador ve lo que quiere ver porque no es lo mismo que tener la tele encendida. Te ponen en televisión un montón de morralla porque es algo que tienen ahí, sin embargo, cuando el público se desplaza a ver un espectáculo elige muy bien y más en los tiempos que estamos de crisis donde el espectador se piensa muy bien donde quiere gastarse el dinero. Entonces, evidentemente yo creo que el espectador va a ver lo que quiere ver, todo esto también conlleva a que haya una buena promoción detrás y, sobre todo, lo que siempre mejor ha funcionado es el boca a boca. Que alguien que te conoce te recomiende y vaya público a verte. Eso digamos a lo que al espectador “de calle” se refiere. Ahora, el espectador especialista en teatro todavía es más consciente de lo que quiere ver, eso está claro, va a ver algo que directamente sabe que le va a gustar o porque va a ver a compañeros. Entonces, yo creo que el espectador de teatro es un espectador inteligente y que elige lo que quiere ver
P- ¿Cómo se gestiona producir para públicos tan diferentes?
Elena – Evidentemente cuando nosotros empezamos a producir espectáculos para adultos partíamos desde el trabajo de creación, a partir de improvisaciones y demás donde, los textos van surgiendo desde un juego escénico. Pero, evidentemente el espectáculo para público adolescente no parte desde ese mismo proceso de creación, pero si parte de otro. Nosotros concretamente al trabajar teatro educativo en un idioma como el francés, nos centramos en el proceso de aprendizaje del idioma y entonces vamos construyendo todo el texto en función de la evolución del alumno. Con esto te quiero decir que partimos desde estructuras gramaticales muy sencillas, todas en presente, utilizando los verbos de “ser” y “estar” que son los primeros que se trabajan en todos los idiomas. Y a nivel de vocabulario pues utilizamos cosas muy cercanas para que tengan en la obra el mismo nivel que en clase. Progresivamente vamos complicando estas estructuras gramaticales y conjugaciones verbales. Es cierto que desde que trabajamos con adaptaciones de clásicos este proceso es más complicado porque la historia ya está construida y es más difícil iniciar la historia de una manera sencilla. Pero, intentamos simplificar para que esa evolución exista de la misma manera que intentamos que la puesta en escena sea atractiva, hacerla visualmente muy activa, colocando los resortes dramáticos visuales para que los alumnos puedan comprender la trama, y luego también se le presta mucha atención al trabajo previo, texto, unidades didácticas… etc.
P – Parece que el existencialismo está siempre en todas vuestras obras.
Elena – Pues sí, la verdad es que siempre. A mí me gusta construir textos que generen preguntas y, sobre todo, que generen preguntas sobre qué hacemos con nuestras vidas, qué hacemos en el mundo y hacia dónde vamos. Y bueno, y en concreto en ¿Y ahora qué? Se encuentra muy presente el existencialismo porque es una reinterpretación muy personal de “Esperando a Godot” que, aunque no está muy presente a nivel superficial, si está de manera interna porque es una obra que a mí me ha servido de punto de partida. Estos dos personajes esperan al fin del mundo como Vladimir y Estragon esperan a Godot. Entonces, el existencialismo está latente durante toda la obra. Se habla de hacia dónde vamos porque, precisamente, el objetivo de los personajes es esconderse ante el cataclismo que se avecina. Porque, uno de ellos descubre que el fin del mundo es hoy y lo que esperan es que todo se acabe para ellos construir un nuevo mundo. Y esa pregunta de, ¿Cómo lo vamos a hacer?, ¿A dónde vamos?, y ¿Qué queremos? Es sobre lo que va la obra. Todo ello tocado con mucho sentido del humor pero, evidentemente, hay ahí muchas preguntas bastante interesantes.
P – ¿Simple comedia o una obra con trasfondo?
Elena – Como te he dicho antes. Nosotros siempre hemos trabajando la comedia no como un fin, sino como un medio de contar historias. La comedia nos sirve de vehículo transportador de historias donde cuyo final no ha sido arrancar la carcajada, que si viene la carcajada es maravilloso porque para eso trabajamos la comedia pero, desde siempre, desde el primer espectáculo “C`est la vie”, primer espectáculo de la compañía estrenado en 2005, nuestra misión es generar preguntas en el espectador y si encima le hacemos reír pues mejor que mejor porque la gente tiene ahora mucha necesidad de reírse para así poder expurgar tantísimos problemas personales y diarios.
P – ¿Quizás esta obra nos acerca a la idea de cómo afrontar la muerte?
Elena – Pues precisamente el tema de la muerte no lo tocamos en esta obra, a pesar de que es una cosa que podrían estar esperando los protagonistas. Nosotros hemos partido de la idea de que el final no es el final, es el principio de algo nuevo y entonces no hemos tocado el tema de la muerte. Es más bien el inicio de la trasformación. Quizás un poco de la incertidumbre, pero no de la muerte.
Elena, antes de terminar la entrevista, quiere reconocer el gran trabajo de su equipo. Nos cuenta que el proyecto se desarrolló de una manera muy divertida y bonita gracias al gran trabajo de todo el equipo; Paco Melero y Néstor Barea, los dos actores que dan vida a esta obra y que se dejan la piel es la escena. Matthieu Berthelot quién junto a Elena forma la compañia y Macarena Marquez quién colaboró en la escenografía de la obra.
“¿Y AHORA QUE?” – Estreno en la sala La Fundición de Sevilla (25 al 28 de mayo)
Entrevista: Alberto Mejías.
Fotografías: bricAbrac Teatro
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